El 2004 es un punto de inflexión en los juegos de estrategia. Ese año aparece Rome: Total War, es decir, un juego que marca un antes y un después. Antes, los juegos de estrategia solían llevarse a cabo en tableros hexagonales, con tropas representadas principalmente por iconos. Después de R:TW, el fragor y drama de la batalla se podía incluso vivir a nivel de cada uno de los soldados.
Y es que Rome, a diferencia de sus antecesores Shogun (2000) y Medieval (2002), muestra a cada uno de los individuos completamente modelado en 3D, al igual que cada caballo, cada escudo y espada, y hasta cada una de las flechas.
Creando así un nuevo nivel escenográfico y táctico, nunca antes visto en batallas virtuales. Pero, aunque Rome es una delicia en el campo de batalla, el tiempo se encargaría de mostrar cuanto aún le faltaba por mejorar y evolucionar a nivel del mapa global de campaña.
Veredicto: Muy Bueno
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